Cada invierno, la chimenea se convierte en la compañera más fiel de nuestras vidas. Además, nos ayuda a salir fácilmente del calor de nuestras camas y a empezar el día con más ilusión y energía. Para realizar esta función y combatir el frio invernal como el primer día, el mantenimiento y limpieza son muy importantes.
Debemos recordar que, la chimenea es uno de los sistemas de calefacción más eficientes que podemos encontrarnos. Aunque muchas personas piensan que es un sistema en desuso, lo cierto es que en España sigue siendo un método muy demandado para poder sobrellevar mejor las temporadas de frio. Muchas personas recurren a ella año tras año en invierno, dejándola olvidada los meses de verano, pero esto es un gran error, ya que una falta de mantenimiento puede tener consecuencias negativas para su funcionamiento y la seguridad en el hogar.
Entonces ¿Qué debemos hacer cuando no la estamos usando durante los meses de verano? Y es que, tras meses de uso es necesario limpiar y dejar la chimenea lista para poder prevenir inconvenientes durante su época de reposo y que esté lista para volver a funcionar. Aquí te dejamos algunos consejos para mantener tu chimenea como nueva. ¡Continúa leyendo!
Limpiar bien la chimenea
Elimina toda la ceniza que pueda haber en ella, ya que la acumulación de esta puede dificultar la circulación de aire, así como, su capacidad para poder ventilar adecuadamente. Si no los retiramos correctamente pueden permanecer durante los meses de mucho calor y acarrear incendios. Además, que la suciedad si se acumula cuesta más eliminarla y se puede llegar a incrustar en la chimenea.
Así mismo, hay eliminar la suciedad del cristal en el caso de que sea una chimenea cerrada. El objetivo principal de estas chimeneas es proporcionar seguridad interior y evitar que el humo entre en el hogar y que pueda crear manchas, olores y suciedad. Para esto se debe realizar una limpieza y revisión exhaustivas y periódicas para evitar problemas futuros.
Revisar el revestimiento
No olvides limpiar e inspeccionar el interior de tu chimenea, ya sea de ladrillo o de piedra. Asegúrate de que no hay piezas sueltas o dañadas, que puedan afectar el funcionamiento normal de la chimenea. En el caso de daño, la mejor opción es cemento refractario, ya que ofrece una gran resistencia al calor, y un buen aislamiento.
Mantener limpios los conductos
Un correcto deshollinado, es una acción que debe realizarse de forma continua para el normal funcionamiento. Los meses más cálidos, son ideales para realizar este trabajo.
La no realización de esta acción puede conllevar a provocar un incendio, generado por la acumulación de residuos por la quema de leña, que se pegan en las paredes del conducto, y pueden ser inflamables.
Verificar su estado
Además, es importante hacer este trabajo para asegurarnos de que la chimenea está en perfectas condiciones, tras sus muchos meses de uso, y esta otra vez preparada para los meses de frio. En el caso de que la chimenea no sea apta para funcionar, deberá repararse antes de que comience el invierno.
Te aseguramos que, siguiendo estos consejos, siempre podrás disfrutar de tu chimenea en las mejores condiciones, y como el primer día. Porque un mantenimiento y limpieza adecuados de la chimenea pueden mantener tu hogar cálido durante los meses de invierno.
¿Dónde puedo comprar leña en verano para asegurarme tener para la temporada de frio?
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